​La ruta me llevó por un camino no tan común, decidí que viajaría en bicicleta por mera casualidad hace unos años. Cuando era joven sucedieron varias cosas me dejaron sin salida, seguramente si había pero mi mente nomás no daba, en medio de puras tragedias como buen dramático que soy sentía que mi vida no tenía sentido y que ni siquiera la estaba disfrutando, pero siendo joven actúas por impulsos.​ Tomé la bicicleta porque era la solución más cercana, más simple y más barata jeje. Con una cartera vacía la bicicleta representaba puras buenas cosas en mi vida, comencé yendo al trabajo en bici pero al parecer 150 kilómetros a la semana no eran suficientes pero la ruta me contó de unos locos que tomaban las carreteras y llegaban a otros lugares ¡Eso es lo que necesito! grité fuerte en mi cabeza, un par de meses después llegaba a hacer más de 250 kilómetros por semana que para mi sorpresa todavía no eran suficientes. Siempre obsesionado con mis hobbies, buscaba y busco aprender demasiado en el menor tiempo posible, siempre con prisa de dominarlo, eso me llevó a conocer otros locos que pedaleaban por varios días logrando cruzar varios estados de la república, ¡Yo quiero ser de esos locos! grité de nuevo en mi cabeza, así comencé a viajar en bici, ese primer momento fue como una conexión directa a mi destino, como si pudiera verme décadas hacia el futuro con miles de experiencias llenas de buenos momentos, toda esa obsesión por un simple pasatiempo se convirtió en un estilo de vida. Actualmente los kilómetros ya no los cuento, los lugares son demasiados para mi mala memoria, prefiero ocupar ese espacio de memoria para guardar experiencias y personas valiosas que la ruta me ha mostrado, todavía no me parece suficiente así que estoy viajando por varios lados de mi país.​ !Y próximamente por el mundo! (grito de nuevo con todas mis fuerzas).